La legalización es un proceso administrativo por el cual se da conocimiento a la Dirección General de Industria de una comunidad autónoma de la ejecución de una instalación concreta, bien sea instalación eléctrica en baja, media o alta tensión, instalación térmica, etc…
Una vez finalizada la instalación y legalizada en Industria, se puede dar por concluido todo el trámite, tanto a nivel técnico como a nivel administrativo, estando la instalación preparada para el uso por el que fue diseñada y habiendo demostrado ante la administración y la compañía suministradora que ésta se ajusta a la respectiva normativa de obligado cumplimiento.
- Huella de carbono de una organización. Mide la totalidad de GEI emitidos por efecto directo o indirecto provenientes del desarrollo de la actividad de dicha organización.
- Huella de carbono de producto. Mide los GEI emitidos durante todo el ciclo de vida de un producto: desde la extracción de las materias primas, pasando por el procesado y fabricación y distribución, hasta la etapa de uso y final de la vida útil (depósito, reutilización o reciclado).
El análisis de huella de carbono proporciona como resultado un dato que puede ser utilizado como indicador ambiental global de la actividad que desarrolla la organización. La huella de carbono se configura así como punto de referencia básico para el inicio de actuaciones de reducción de consumo de energía y para la utilización de recursos y materiales con mejor comportamiento medioambiental.
¿Qué tipo de legalizaciones hay?
Cualquier tipo de instalación de cierta envergadura debe ser legalizada en Industria. Dependiendo del tipo de instalación, el trámite varía en función de la potencia, uso o tipo de edificio. De esta manera, se deberán legalizar, entre otras, instalaciones tales como:
- Instalación eléctrica en media tensión y centros de transformación.
- Instalación eléctrica en baja tensión para edificios de viviendas, locales comerciales, de púbica concurrencia y edificaciones industriales.
- Instalación térmica y producción de ACS para edificios de viviendas, locales comerciales y edificios singulares.
- Instalación de gas para edificios de viviendas y locales.
- Instalación de almacenamiento de productos químicos.
- Instalación de protección contra incendios en edificios industriales.
Existen numerosas instalaciones que se deben legalizar y que vienen indicadas en cada uno de los reglamentos específicos de obligado cumplimiento
¿Cuál es el proceso de legalización de una instalación?
Si bien la mayoría de trámites son comunes a nivel nacional, pueden existir normativas específicas en cada comunidad.Por lo tanto, el primer paso es informarse de la normativa local en la administración y en las instituciones de tu territorio.En cualquier caso, el proceso de legalización variará como es lógico en función del área de actividad, así como del calado de la instalación (por ejemplo, si en el caso de una instalación eléctrica puede tratarse de un proyecto de Baja, Media o Alta Tensión).
Por lo demás, para una legalización de instalaciones de cualquier tipo, hay unos pasos más o menos comunes:
- Realización de una visita técnica. Es aspecto fundamental tanto en caso de una instalación existente como para una obra nueva. El técnico se encargará en esta visita, a grandes rasgos, de la toma de datos necesaria y de realizar una primera verificación visual.
- Redacción del proyecto. Una vez se han recogido los datos, se emplean en el desarrollo de un proyecto técnico, con los debidos cálculos justificativos, que verifiquen que la instalación funciona o va a funcionar correctamente.
- Ejecución del proyecto. Siguiendo las indicaciones del técnico, las obras deben llevarse a cabo con cuidado para evitar posteriores rectificaciones.
- Nueva visita técnica. En esta ocasión, la visita tiene por objetivo verificar que existe coherencia entre la instalación ya realizada y el proyecto que se ha ejecutado. Si no fuera así y la instalación no cumpliera con los requisitos del proyecto, se requieren medidas correctoras.
- Emisión de la certificación técnica. Después de todos los pasos anteriores, se atestigua el adecuado cumplimiento de la normativa correspondiente a la instalación.
- Tramitación de la documentación por los cauces pertinentes, generalmente la administración pública (Ayuntamientos, Ministerio de Industria, etc).
La legalización, salvo en las instalaciones de alta y media tensión o aquellas que requieran de una autorización administrativa previa a su ejecución, se debe legalizar una vez la citada instalación está ejecutada, certificada por la ingeniería y, en su caso, inspeccionada por un OCA (Organismo de Control Autorizado). Una vez legalizada, no hay que volver a registrarla salvo que se realicen modificaciones importantes. No obstante, se deben revisar por parte del organismo autorizado por Industria cada cierto tiempo (indicado en el reglamento de cada una de las instalaciones).
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